03 de Octubre de 2016
Cuando Samantha Blankenship, de 22 años, comenzó a sentir dolor en los dedos de las manos y los pies, no tenía idea de que era el resultado de una infección cardíaca poco común y potencialmente mortal.
Cuando Samantha Blankenship, de 22 años, comenzó a sentir dolor en los dedos de las manos y los pies, no tenía idea de que era el resultado de una infección cardíaca poco común y potencialmente mortal.